Me molesta el cuerpo.
Como una escayola que pica.
Quiero ser un narrador omnisciente y para eso necesito librarme de él.
Verlo todo desde arriba,
desde todos los lados posibles.
Creo que así se sienten esas orugas que esperan aburridas dentro del capullo a convertirse en polillas. Saben todo lo que podrán hacer cuando salgan de esa mierda pringosa y se agobian porque no pueden apreciar su metamorfosis desde la oscuridad del cambio.
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